Pensaréis que soy una ñoña, pero últimamente me encanta todo lo que me recuerda a la infancia, es por eso, que el otro día, para mi cumpleaños, uno de los regalos que más ilusión me hizo fue un broche de caperucita roja, el cual, lo he "tuneado" poniéndole una pulsera de cuero.
Las mochilas de cuero, típicas de los años escolares de nuestros padres, siempre me han vuelto loca, y este invierno que me voy de casa a las 7 de la mañana y vuelvo a las 11 de la noche, os puedo asegurar que esta mochila es una prolongación de mi espalda.
Estas son la joya de mi colección, fue mi regalo de San Valentín, junto con una precisisíma rosa, me recuerdan a los 80 - 90 cuando de pequeña me quedaba perpleja frente al televisor viendo a Madona con este estilo de gafas, y la verdad, me encantan como me quedan.
Este bolso es una de mis últimas adquisiciones, y este si que es clavadito a la mochila que llevaba mi papi al colegio, lo único que es en bolso en vez de mochila, es de I am.
M.J.
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